Las películas, así como la televisión en general, son espacios de propagación de la cultura en la que se encuentran insertas. Los estereotipos, los comportamientos, las normas sociales, todos ellos son objeto de difusión de los medios hacia la población.
Es decir, los medios reflejan a la sociedad, y la sociedad a los medios en un círculo que continúa repitiéndose.
En línea con ésto, hace unos días me encontraba navegando por Internet cuando me crucé con una página web que llamó mi atención. The headless women of Hollywood es un Tumblr que exhibe una amplia cantidad de posters de distintos filmes que comparten una única característica: muestran cuerpos de mujeres sin cabeza.
Una pierna, una espalda, un par de glúteos, todos funcionan como sinécdoques del género femenino: sólo con ver un fragmento de él, se puede deducir que se trata de una mujer. Así, su valor pasa de ser su personalidad a ser su sexualidad.
El proyecto nació de la mano de la comediante estadounidense Marcia Belsky, quien, al notar la gran cantidad de pósters que presentaban sólo una fracción altamente sexualizada del cuerpo femenino, decidió evidenciar esta tendencia y llevarla a la mayor cantidad de público posible. “Empecé a ver este patrón en todos lados y no pude parar”, comenta Belsky.
Es que esta tendencia se encuentra tan naturalizada que son muy pocos aquellos que la notan, mucho menos la cuestionan. Debo admitir que yo nunca había advertido esta propensión hollywoodense a sobresexualizar sólo una parte del cuerpo, pero luego de comenzar tampoco pude parar.
No son sólo las películas las que se ven afectadas por esta costumbre: libros, covers de cds, publicidades, la tendencia está en todas partes.
Al borrar las cabezas, no sólo se quita la identidad de la mujer, sino que se la deshumaniza, se vuelve sólo un objeto que está ahí para ser mirado a placer y deseo del hombre.
En Argentina, muchas mujeres sufren de acoso callejero dado que se encuentra instalada esta idea de la mujer como un objeto sexual a disposición de los hombres para ser contemplada. Este tipo de pósters, tanto así como los medios de comunicación en general, sólo propagan esta clase de concepciones y sus consecuentes comportamientos. La desnaturalización, entonces, es absolutamente necesaria: son todas las mujeres la que se ven afectadas por esta deshumanización, lo cual perjudica la forma en la que ellas mismas y los demás las perciben.
Los fragmentos de un cuerpo femenino no son iguales a un cuerpo femenino en su totalidad.
Una mujer es más que sólo la suma de sus partes físicas: es su inteligencia, su personalidad, sus aspiraciones, sus deseos, sus placeres. Es por esto que cada mujer debe darse cuenta del valor que tiene, más allá de lo físico, y no darle al hombre el privilegio de decidirlo. Es por esto también que decidí compartir este blog con todxs ustedes.