Entre la primera y la segunda edición de la Marcha #niunamenos transcurrió un año. Pero ahora, habiendo transcurrido sólo cuatro meses, se vuelve imperiosa una nueva movilización.

Los femicidios siguen aumentando, nos matan sólo por ser mujeres.

La violencia machista, que llega a su punto máximo a través de la agresión física, se propaga día a día mediante chistes, humillaciones, denigraciones, micromachismos tan naturalizados en la sociedad que, aquellas que los notan y tratan de hacerlos notar, son (des)calificadas con el adjetivo de feminazi.

feminazi, feministas
Traducción: «Feminazi: Porque querer que tu género sea tratado como un humano, es igual a invadir Polonia.» Incoherencias machistas.

Quienes han sido llamadas así alguna vez -yo incluida, por otra mujer que evidentemente consideró mis opiniones muy intensas para su agrado-, entienden la denigración a la que se las somete; y no sólo a ellas, sino también a todas aquellas mujeres que luchan por una equidad de géneros.

Quería compartir con ustedes un video de “El tornillo”, segmento del programa televisivo español “La tuerka”, en dónde se explica el concepto de Feminazi y cómo éste funciona en el ideario social.

Mientras en la ciudad de Rosario se congregaban alrededor de 70 mil mujeres en el XXXIº Encuentro Nacional de Mujeres, Lucía Pérez era drogada y violada hasta morir de la peor manera imaginable.

Una semana más tarde, las redes sociales, las universidades, las calles, se llenan de consignas como #Vivasnosqueremos, #TodassomosLucía, #Yoparo, hoy miércoles 19 no sólo se realiza una marcha, sino un cese de actividades laborales de una hora para todas aquellas mujeres que quieran unirse a la lucha.

Es hora de que la violencia machista deje de ser sólo agresión física, es hora de que se hagan cambios estructurales en la sociedad.

Porque, a pesar de todas las marchas y todas las feminazis movilizadas (que son muchas pero no las suficientes), en Argentina, como en todo el mundo, nos siguen matando.