Un proyecto de ley para despenalizar la violencia doméstica fue aprobado en primera discusión en el Parlamento ruso con 368 votos a favor, uno en contra y una abstención. El documento busca que las llamadas “peleas dentro de la familia” sean juzgadas como un delito civil y no penal, por lo tanto la pena sería solo administrativa.

Por supuesto que esta decisión activó las alarmas de todos los grupos feministas de Rusia y el mundo. Según estadísticas del propio gobierno ruso, el 40 por ciento de todos los crímenes violentos se cometen dentro de la familia.
¿El resultado? 36.000 mujeres golpeadas por sus compañeros todos los días y 26.000 niños golpeados por sus padres cada año.
Cabe destacar que el proyecto de ley fue encabezado por la legisladora ultraconservadora rusa Yelena Mizulina, conocida por liderar la aprobación de la ley de «propaganda gay». Mizulina ha calificado como «anti-familia» la decisión de definir las peleas dentro del seno familiar como un delito, afirmando que la ley socava el derecho de los padres a educar a sus hijos. Utilizando la violencia contra los niños como un asunto de educación, la legisladora logró que la ley pasara la primera ronda.
Asimismo, según cifras de El País, solo el 44% de los rusos rechazan el cambio legal que saca la violencia doméstica del Código Penal y lo reduce a una infracción administrativa.
De aprobarse esta ley Rusia se sentaría un muy mal precedente para el género femenino y las conquistas feministas en el país y el resto del mundo. Parece que en vez de avanzar estamos retrocediendo. Por ello, el Consejo de Europa mostró su preocupación por el proyecto de ley y pidió a los órganos competentes que refuercen “el derecho de las familias a vivir protegidos de la violencia y el miedo”.
La organización change.org ya inició una petición para que sea aprobada una ley contra la violencia doméstica y de género en Rusia. Ya yo añadí mi nombre, si quieres colaborar pasa por aquí.