“Tú no eres feminista… en todo caso eres liberal, pero no feminista. Eres demasiado atractiva para serlo”. Sé que esta frase se la han dicho a muchas mujeres para desprestigiar sus ideales y principios, y siempre pensé: qué idiotas los que dicen esas cosas. Pero a mí nunca me había pasado.
Me declaro abiertamente un hombre feminista. Sí, era necesario salir del closet en una sociedad que desde un principio ha devaluado este movimiento a un simple capricho hormonal, y cuando en pleno siglo XXI los derechos de las mujeres alrededor del mundo cada vez son más vulnerados e ignorados.
A lo largo de la historia, las posturas radicales e intransigentes han sido mal vistas y hasta se han convertido en obstáculos para grandes movimientos políticos, religiosos e ideológicos. Sin irnos muy lejos, actualmente en el mundo muchos musulmanes son fuertemente discriminados y maltratados debido a las acciones extremistas realizadas por ISIS.
Seguramente hemos escuchado miles de veces como muchas revistas femininas vociferan que «las mujeres pueden tenerlo todo», dando a entender que tenerlo todo es ser una trabajadora exitosa, una mamá exitosa y una esposa exitosa (porque la idea además viene cargada de heteronormatividad). Pero yo vengo a decirles que esta frase es una trampa.
Ser feminista, seguir la moda, y tener una apariencia tradicionalmente femenina no son cosas excluyentes. En lo absoluto. Ni un poco. Te lo digo yo, que tengo un closet repleto de vestidos y una mente llena de ideas feministas.
Creo que casi todo el mundo ha visto este símbolo en afiches, camisas y cientos de páginas web, sin contar con todas las mujeres que se han disfrazado como ella. Pero resulta que detrás de la imagen de la poderosa Rosie The Riveter (Rosie la remachadora) hay una historia bastante machista.
Conozco muchos hombres y tengo muchos amigos que sienten miedo o vergüenza de identificarse como feministas por la cantidad de prejuicios y estereotipos que han sido adjudicados a esta corriente de pensamiento, aun cuando sus ideas y acciones sean, ciertamente, feministas.
bell hooks…sí, así todo en minúsculas, no es un error de tipeo. Debo confesar que elegí escribir sobre ella porque me parece una mujer fascinante. Apasionada confesa por las ideas y una de las primeras autoras que acuñó el concepto más básico del feminismo moderno: interseccionalidad.
Para nadie es un secreto que el término feminismo confunde y asusta a muchas personas. A esas personas, hoy les quiere decir algo. Yo l@s entiendo. Más o menos.